EL ARTE DE
MEZCLAR WHISKY

“Un maestro mezclador es alguien que tiene un excelente sentido del olfato. Como mezclador profesional, la nariz es por mucho tu herramienta más importante. Para ponerlo en contexto, mediante el olfato probablemente puedo detectar entre 1,500 y 2,000 muestras a la semana, pero solo unas cinco con el gusto. La mayoría de los receptores de sabor están en la nariz; de hecho, casi 5,000.

Además de tener un buen sentido del olfato, es extremadamente importante que seamos capaces de identificar y describir esos olores. Las experiencias de vida de cada individuo son diferentes, por lo que todos describimos olores de forma un tanto diferente. Por ejemplo, si te pido que pienses en el olor del césped, te aparecerá una imagen mental de un momento específico, ya sea de tu niñez en el jardín o en unas vacaciones. Esa imagen coincidirá con un olor específico en tu cabeza; para todos es diferente. Esto demuestra la importancia de poder articular ese olor. En vez de decir que puedes oler a manzana, tienes que distinguir el tipo, por ejemplo, manzanas rojas blanda en vez de crujientes manzanas Granny Smith, o tofi dulce en vez de tofi cremoso. Tienes que crear una imagen usando tus propias palabras y, a su vez, usar estas palabras descriptivas de manera coherente con todos los whiskies.

Ser un maestro mezclador representa un gran esfuerzo de equipo; el rol no está a cargo de una sola persona. En ese entonces, cuando me convertí en maestro mezclador, estaba mezclando el inventario que el maestro mezclador anterior había dejado reposar para mí. La paciencia importante, ya que tomó tiempo poder mezclar whiskies con el inventario que se produjo bajo mi servicio. También te tienes que asegurar de dejar la casa en buenas condiciones, es decir, de dejar el inventario correcto para el maestro mezclador que te sucede. Podré ver todo el proceso de algunas mezclas de whisky, de principio a fin, pero los whiskies más añejos que ya probé para dejarlos reposar durante un largo tiempo serán para el próximo maestro mezclador.

Ser capaz de experimentar es una característica sumamente importante, así como lo es prepararse para fallar en algunos de esos experimentos. Tengo la suerte de poder experimentar según sea mi voluntad. Con el whisky no hay resultados instantáneos, tienes que hacer pruebas con una pequeña parte del inventario y luego esperar unos años para ver el resultado. Si te gusta ese resultado, entonces tendrás que hacer el proceso de nuevo a mayor escala.

Mientras que hay personas que creen que me oculto en la sala de mezclado como un mago, la mayor parte de ser maestro mezclador implica asegurarse de que una marca con un linaje tan extraordinario como el de Chivas mantenga la misma calidad de mezcla que a la gente le encanta, año tras año”.